Blogia
El.mundo.de.Daan

De la noche...

Razón de una mentira.

 

 

Flor de tumba.

 

Tetillas...

 

 

 

Fingimiento.

 

Noche de gatos.

 

Constancia enmudecida

 

 

 

Conciencia surrealista

 

 

Yo soy, María Loba.

 

Intento asesino.

Intento asesino.

     Es de noche de nuevo, y la fortuna se empeña en llenar mis ojos de sonrisas y de lágrimas, como frío caudal que deja constancia de que conocí tu alma y tu presencia, así, como recuerdo...Tan así que precisamente le recuerdo con la sensibilidad a cuestas y entonces mis ojos se llenan de paz y de esa libertad que siempre soñé que vería venir a mí cuando conociera el amor.   

    Mi alma tenía razón, la sensación de plenitud era tan grande, ¡ tan grande...!, que la simple caridad de una sonrisa se contagió de mis sueños más esperanzadores y le quise, le quise tanto, al grado de que ¡aún puedo afirmar con el alma, ¡Le quiero...! es imposible negar que por mí, pasó el amor, y dejó en mi piel y en los aromas del viento, un rastro de virtudes aladas llenas de rocío. 

      ¡Es!, ¡Era tan sencillo amarle, tan loco, tan profundo, tan sublime! qué la vida justa que siempre precedía cualquiera de mis sonrisas, tenía que cobrar con réditos los aleluya que gozosa envíe al cielo, desde que supe de su existencia.

    Era justo, sabía que la vida todo se cobra, incluso ese momento de oportuno razonamiento fue imprudente y se terminó por estallar ante la veracidad de mi conciencia y la palabra que se perdió es un precedente entre sus labios, y mis manos.  ¡ Fue tan fácil deshacerse de la roja retribución de antaño por la soledad, que la vida misma se encargo alguna vez de voltear aquel pedazo de sentimiento, y volverlo fuego entre mis manos.  Un fuego que se consumió tan rápido... que ni siquiera tuve tiempo de decir adiós. 

     Y hoy, hoy precisamente que la vida se desbalaga en aromas y colores como si fuese la primera vez que surgen a mi costado, ¡Debo matarle!, si, matarle, o al menos intentarlo... y no sé por donde empezar, y aún así, lo intento y lo intento tantas y tantas veces, que en la piel se van formando arrugas y en las arrugas versos, y en los versos, pena, en ella dolor, y luego como si no existiese otra cosa, ni otra salida, mis ojos se derraman diciendo que no es justo, que nada es justo, ni siquiera yo por vivir enamorada de un sentimiento que yo misma ahora, debo matar, a sabiendas que me hará más daño tratar de olvidar  de esta forma.   

     ¡ Sin embargo, sé que hoy, hoy debo matar al amor...! yo, yo que soñé toda una vida con un alma limpia como la suya, debo velar por ello mismo y desterrarte de mi vida y mi pensar como si no existiese mayor dolor ante mi Dios, que me vio un día la promesa de proteger la vida que un día me prestó.  

     ¡Qué dolor más grande es amar, con la conciencia a una realidad y las manos en una esperanza que muere por propia mano;  sin saber, si es verdad que existo o existí alguna vez, dentro de mi propia fortaleza y mis propios sueños!, ¡Qué doloroso es saber ahora que teniendo el amor en la conciencia plena de mis más efímeros sueños, debo volcarlos en el suspiro incierto de una caja mortuoria y deshacerme una y otra y otra vez, de todas esas palabras que un día me sirvieron para conocerle y conocerme...  

      Es tan duro ver eso entre mis sentidos, que todo se va formando sencillamente como si de miles de flores resurgieran solo para dar constancia de que existen, sin saber que por ello, el dolor acumulado se va haciendo más grande, en lugar de efímero o de esfumar mi sentir con miras a no decir más “Le quiero...”, le quiero, le quiero...   

      ¡Ay, si sé supiera cuanto duele decirlo, si supiera, cuanto duele ver que en mis manos se quedan las gotas de rocío que prometí para él, a base de besos, si supiera! ¡Si de verdad supiera cómo y qué hago para contener mi grito, y su nombre entre mis labios sin herir a nadie, si supiera!   

      Si supiera que debo morder la almohada que antes acariciaba con ternura, para no gritar entre las sombras de la luz que trae la farola de la calle;  si supiera que hasta los grillos y las ranas del jardín han, tomado conciencia de mí y de su ausencia al grado de cantarme con su silencio, como lo hace él, ¡Si supiera.!

   Si supiera que ahora puedo levantar la cabeza en alto y responder a Dios, todas aquellas preguntas que una vez me hizo del porqué de mi guardar;  pero qué va, el infinitivo no existe, y ese supieras se va quedando como  roca colgada al cuello de esta hembra que sabe no regresará, por cuan ve venir ese proceso ya recorrido de antaño, cuando la soledad iba y venía como cruel definición de la palabra vida.  ¡ Ay amor, porqué tengo que matarte, para poder nacer, dime porqué?.  Si soy más consciente de mí, así, de esta forma, que si paseo refundida entre el dolor que se produce en mis dedos por escribir en el viento tu nombre y todas aquellas palabras tan suyas que se grabaron en mí y en mi conciencia, como si fueran el aire, empeñadas ahora en deber consumir este crimen pasional por cuanto siento... 

      ¿Pero porqué, dime porqué debo enterrar al hombre que amo entre una gruesa pared que recoge besos y cenizas para formar solo una hoja en blanco, que callando, dice tanto o más que sus palabras y que su ausencia, ¿Porqué, dime porqué debo matar tu añorada transparencia, si ahora sé que la certidumbre de conocerle no era más que otro sueño que se esfumó como la sangre, en cíclica respuesta silenciosa de la piel.   

       Dame uno, uno sólo de esos motivos que me ayuden a poner pala sobre pala para terminar por cubrirte todo y que no salgas más de mi entereza...

    ¿Dime porqué el amor tiene que ser callado?¿Dime porqué, amor, debes morir así?, si ni siquiera me diste la oportunidad de besar sus labios, ni tomarle de sus brazos para besar sus cejas, ni beber de sí la escencia pura del amor de Dios.

    ¿Dime porqué, al ir enterrando tu cuerpo entre la sangre de mis venas, terminó por decir su nombre, una, y otra, y otra vez, sustituyendo el mirar por este dolor tan engreído que me hace suspirar y pensar que si él no vive en mí, tampoco yo quiero cosechar jazmines entre las gardenias de mi jardín.

   ¡Ay, el amor! Que doloroso es irle formando de tierra y poniendo lodo sobre lodo para enterrar uno a uno los signos de tu presencia, en el significado de que él, fue promesa en sus labios,  sabor en sus besos,  aroma en su hombría, y la tierna suavidad con que me fue formando mujer al dejarme decirle “Te quiero...”, te quiero, te quiero.

    ¡Pero hoy, ya lo vez, intento matarte, y enterrar a mi hombre entre la suavidad de ese mí jardín  secreto, que se secreto ya no tiene nada, por cuando de pronto se volvió el más visitado por cuan abierto fue para morir! y yo, yo me vierto ahora en tu asesina, yo que intento matar mis sueños y aunque intento restituir ante Dios, la palabra hombre, el aroma de sus besos y mi añejo dolor de hembra y mujer, ese dolor tan inverosímil que se formó de intentar matarte por cuan significa tu nombre “ amor”, me voy y me veo en la misma constancia de que por amarle en lo profundo de mi propio fuego, vuelvo a  sentirme vacía y más solitaria que nunca.  

       ¡Es tan extraño amarle así, tan extraño!, que este deseo inverosímil de matarte dentro de mí, ya va costando que esa sonrisa que me hizo formarme, sean los clavos de tu propio ataúd; es curioso como es tan sencillo morir en el amor cuando uno se guarda las flores para su propio funeral.... ¡tan sencillo.!, que se me ha ocurrido de pronto intentar matar la escencia de la palabra amor, a sabiendas que solo es una careta para no llamarle en voz alta, como cada noche cuando le pienso y le siento tan cerca de mi, a pesar de su empeño por alejarse en si mismo.                

       ¡Por eso hoy, hoy precisamente que intente asesinar la justificación más pura del significado del nombre, Amor; se terminaron por entumir mis labios de tanta falsedad por cuan no puedo lograr, y en lugar de enterrarle bajo el lodo, he acabado por limpiarme estas viejas lágrimas así, diciéndote, “Le quiero...” le quiero, le quiero...   

       ¡Maldita sea, ya lo vez ni siquiera matarte puedo hacerlo bien, y ahora te veo fluir como cínica carcajada entre la pared blanca de mi habitación y la funda verde de mis almohadas.!   

        Y yo, yo que renegaba de tu existencia misma, ahora te maldigo e intento cínicamente cubrirlo a él de aleluyas, para no sucumbir ante su fuerza y su fortaleza mezquina de ausentarse tanto, sabiendo que le quiero, como le quiero, y le extraño, como le extraño. 

      ¡ Maldita, maldita sea la escencia de la palabra amor! ni siquiera puedo ser la asesina de mi efímero destino, a sabiendas de que el destino no es otro más que mi conciencia.

      ¡ Maldito, maldito sea el significado del amor! Hoy, hoy tampoco quiso morirse, ¡Hoy tampoco! 

                                                                                                             Daanroo

Viejo instinto

Viejo instinto  

 

      No necesitas buscarme más, ya sabes que soy instinto,

que la brusquedad no es más que mera apariencia

que soy  lo más, mero reflejo del cristal donde te miras,

aunque digan que sucumbo a la vieja tradición de amarte.

 

 

      Has de saber que sólo tú que me conoces, me vez tal cual,

no necesito poner la pantalla de azul cristal, ni defender mi tino,

sabes cruzar la necesidad de devolver el reflejo, a donde ha salido

conoces de mí el agua que proviene del fuego, no necesitas más.

 

      Tú y yo somos lo mismo, aunque te mienten camino perdido,

sabes que en el fondo la razón obliga a mantener cuerdo el sentido,

que hay que apagar esta flama bendita que a otros envilece,

y que a ti como a mí, nos obligan a poner cara de felicidad.

 

      Hoy sabes que puedes contar con la conciencia mía,

que no tengo necesidad de ser más que la brisa,

cual fuga ilusionada hacia los brazos de la vida,

mientras mantiene cuerda la ilusión sobre la espalda.

 

      Más ahora sé que me temes, y es lo justo, 

tu y yo sabemos que somos la sal que alimenta el fuego,

dulce cristal de aquel que ve reflejado su rocío en la estela del deber.

Anda, no temas, no pienso dañar, ni el tu ni el yo, que ambos conocemos.

Daanroo

Tres hombres y una tumba.

Tres hombres y una tumba.

 

   Descalzos, sin más ropa que la mirada

he ido poniendo sobre lo frío de la caja

tres hombres. 

Uno añoso, con el vientre plano

la boca de labia

y un terrón de azúcar por palabra.

 El otro mecánicamente profético

lunático, vestía de silencios

su mirada.

 El tercero la coraza precisa de un canto

un muerto que enterraba vivos

sin medir las consecuencias.

 Eran tres, tres los hombres que morían

uno a viva voz, otro a silencio justo

y aquel más con la labia del verso en la mirada. 

Ahí iban los tres, directo al frío de la caja

cada uno con su aluda bajo el brazo

y sobre la cabeza una corona de espinas. 

La túnica ya no servía, la llevaba la mujer,

ellos, la enseñaron a cargar sobre la espalda

el peso de su risa. 

Tres, tres fueron los hombres de mi vida,

el sueño de ayer, la risa del mañana

y la soledad del cada día. 

Así murieron en casa tres cantos de una caja fría

fueron enterraron juntos

en la memoria dispareja de una mujer que reía.  

 

Daanroo

Astillas de octubre.

Astillas de octubre.



  
Noche serena, luna de octubre...
Camino a casa se vuelcan en oro los golpes de pecho,
el viento, trae marabuntas de nocturnas alas,
se mece el campo, el trigal verdece... es octubre
todo, todo lleva encima el sabor de la mentira.
 
No existe el viento, ni el aire, ni el campo,
el trigal no tiene astillas, ni es, el vidrio reflejante de las olas.
 
El mar, ¡ Oh el mar!  él, sigue su paso de lejos,
que las olas no viajan ni surcan sobre las arenas.
¡Ay noche serena,  ay noche de octubre!
¿Dónde venderán las alas que encasillen el jinetear de tus espasmos.?
 
Golpe, golpe, golpe.....
se puede medir a golpes, las astillas de una noche callada,
del mar saldrán y se volverán oro las sombras de la luna.
Es octubre, la noche duerme, el sol atolondrado sigue su curso.
 
¡Alas... nocturnas alas, vienen como marabuntas a tejer la noche!
No se da cuenta de que ya viene noviembre segando, segando, ¡ segando.....!
 
Daanroo
 

Lobos.

Lobos.

 

 ¡Nada era lógico,!

 entre la placidez de nuestro cuarto, siempre había silencios,

y de pronto, encontré aullidos y sollozos atragantados.

 

Se hicieron más y más intensos conforme me fui acercando a la orilla de la cama,

y debajo, justo debajo de nuestro rincón más parco,

me encontré con esa parte de la dinastía tuya,

que me sirvió de contrapeso para escuchar el aullido de la noche.

 

¡No sabía que un lobo vivía justo enmedio de nuestro cuarto!

envuelto entre calcetines y medias, tus tenis y el zapato azul que yo calzaba.

y saberlo, cambio la percepción de los silencios.

 

¡ Ay, como cambió la noche!


¡y cómo se extremeció de miedo, nuestra almohada.!

y eso que sólo eramos tu y yo, tapados a dos sábanas.

 

¡ Y el aullido de los lobos, no era otro más que mis latidos

y tus latidos, no eran más que el ronco dilatar de las estrellas.!

 

Espejismos eramos los dos, tomados ambos del pandeiro.

 ¡ Ay, que ilógico pandeiro...!

el tuyo arremetido entre sábanas cubiertas de alabanzas,

las mías, ¡ ay las mías entre tus muslos y cercando mi escapada.

 

Así vi venir la noche, la espera y las sombras cada vez más raras.

así ví brillar tus ojos aunque no los viera,

 y del grito lobuno que yo escuchaba, se escapaban de mi alma las entrañas.

 

Me arropaste, me pusiste entre paredes y de espaldas.

y así a cuatro patas, un aullido feroz surgió de mi garganta.

¡Ahora gozo el terror, de saber que en nuestra alcoba,

de noche, viven los lobos y vuelven mi cara rabia...!

 

¡Ay, ay, ay !

¿Porqué nunca supe antes, que había lobos en mi casa...!

 

Daanroo

 

Sed...

Sed... Hoy ha sido otra de esas noches de sed; la he sentido brotar por dentro, llenar de cal mis arenas, y de arenas formar el desierto que ha brotado bajo mis manos.     ¡ Qué si, que me he recorrido lentamente el cuerpo, sabiéndote lejos; y es que la necesidad de beberte, ha formado en mis ojos el espejismo de crearte frente a mi atormentado, aletargado por mis palabras.!

      ¡ Qué te quiero, te lo he dicho en infinidad de formas, pero malhora la mía, cuando recuerdo que vives en otros brazos y en otra alcoba!

   ¡ Qué locura, es inconstante la forma en que mis propias manos recorren mi vientre y mi sangre se enérvese con tu recuerdo, uno donde nunca has estado y que sin fermentar has ido mejorando mi perspectiva de ti y de la sequedad que se forma en tu boca cuando me recuerdas!

    ¡ Qué si, que se que a pesar de la distancia, de lo mullido de tu almohada, de la calidez de tu casa, así, con todo y distancia, me tienes entre tus pensares, que te tocas igual que yo, que reclamas mi cuerpo, como reclama el mío tu escencia de hombre! 

    ¡ Qué si, que me es suficiente la necesidad de cubrir mi espalda con la manía de recargarme sobre mi sofá y aletargar el cuerpo, abrir mis piernas y enrarecidamente palpar meticulosamente la sequedad de mis labios, el perfume de mi propio aliento, la luz de mis ojos al reflejar el brillar de la ventana.!

     ¡ Qué si, que deliro de esta constante manera cada noche, a estas horas, en estos instantes mismos en que te escribo, mis piernas temblequees se ríen y se sonríen abiertamente!

  ¡ Qué quieres, ya sabes que soy poco ortodoxa para mentirme y dejar constancia de que el olor que procede de mi entraña no proviene de ti, sino de mi misma, y de mis manos que calladas, formulan locuras de amor entre mis piernas!

   ¡ Qué si, lo he dicho infinidad de veces, cuando has cuestionado mis principios desde la pobre e ilusa lucha que llevas contigo mismo, cuando te acuestas sin querer sobre mis canas! 

   ¡Veme!, no soy otra más que la mujer que sueles usar un día y tirar al siguiente, pero no me duele, estoy acostumbrada a tus desplantes de sinceridad cuando vienes, corriendo hasta mi cuerpo y bajas presuroso con tus labios sobre de mi espalda.

   ¡ Veme, te digo! ve como tus simientes corren de lado a lado, entre mis propias entrañas, como se enroscan aletargados por beberse la nostalgia tuya y el deseo mío de volverme ruta entre tus ramas...!

   ¡ Veme, soy yo, simplemente y llanamente yo, la mujer que te abruma en el sentido del tiempo y en el tiempo sin sentido; que te desea abierta y fieramente mientras muestras el mirar sobre mis propios sonrojos.! ¡ Veme, no soy otra, soy yo, la del espejo... la que abrumada en el recuerdo de la falasis viene aquí y reclama por derecho propio la resonancia de tus besos en la sequedad de mis besos.!     ¡ Veme, veme maldita sea!, fija la mirada en estos labios secos, que efervescieron alguna vez con la saliva de tus besos.      ¡ Veme, no son nada sin ti, y son de ti la constancia de que en otro tiempo vivieron enterrados en arena y fuego.!

    ¡ Veme, veme o maldigo uno a uno los suspiros que brotan de tus espejismos, para unirse lentamente y espiral hasta los míos!

    ¡ Veme, veme maldita sea! 

    ¡ Ve este maldito vicio de amarte delante del espejo, cuando no estas conmigo!

    ¡ Maldito, maldito espejo! si no fueras aleluya de mis sentimientos, hace tiempo hubiera roto en ti todos mis sueños.

   ¡ Maldito, maldito espejo! ¿Cómo se atreve a poner delante de mi, los secretos de mi pecho?

    ¡ Maldito sea! y  maldita sea yo,  por desearte tanto, cuando no te tengo.

Daanroo

 

Sabores de un beso .

Sabores de un beso .

" ....."¿Hay alguien ahí?"

el credo del silencio grita en mis oídos...."

Wari el  -perro.


Beso en la aurora, la mitad de tu llamada,
y me escondo tal vez,
de la fiebre de ausencia, que vive a casa
espectros sin duda, de lamidas que son dulces y profanas.
¿ Díjiste tumba...? y para que me engañas,
si sabes que a voz de silencio, vivo contigo enterrada.
¡ Calla mi voz, que la tuya llama!
calla, calla de entre la zarza y la espina,
el canto de la maldita cigarra,
que entre tú, ella y la muerte tan lozana
harán de mi, la ansiedad de la mortaja...
 ¡ Ay sorbo de vino, eco reluciente de mis esperanzas!
¡ Gritad, gritad, gritad...!
que del hambre de amor, me encuentro esclava.
Daanroo

Golondrina.

Golondrina.


  
 
¡ Aves de negro plumaje,
 merecido es tu vuelo,
 nadie como tú, para coronar mi peaje,
 ni nadie tan sabio,
como él que te confió al cielo.!

Ave de negro plumaje, pico de sirena, ala de ángel...
ven, pósate esta noche de nuevo en mi ropaje,

 

 prometo, como aquella vez,

 

 ¡Sin duda acariciarte...!

Daanroo.

..-..-..-..

Caballero verde,

gracias por hacerme recordar.



 
 

¿Ficción dubitativa?

¿Ficción dubitativa? ¿Ficción dubitativa?
tal vez se admite que lo es a disgusto...
pero Mundo y Ficción son plato al gusto.

Ravis

-----------------------------------------------------------------
-----------------------------------------------------------------

Como dice usted, mundo y ficción
son mensajes de trivial asunto...
así me enrede yo las manos en cabello
debo dejar zanjado este asunto..

Soy mediocre, puramente cínica y adusta...
relamo el talle del saber perfecto...
infame soy, más infame ingrato
de dulce y agria mil que hay en cada paso..

Confío, sabe usted... confío ciegamente,
en la voluntad del hombre y sus zapatos viejos,
en el ser mismo de la conciencia ingrata
de volver palabra, vida y obra en perorata...

Más de miles y de tiñas vive el hombre...
y por ello voy tildando malamente
a que viva en cada verso de mi nombre
una sucia risa y una limpia mente...

De sus consecuencias, nada se..
las olvido en ciénegas de llanto..
o tal vez, las llevo al camposanto
donde todos, alguna vez delinquirán...

¡Quién sabe...! soy mujer,... me dice el mundo
pero si en verdad lo soy me río de ello...
yo llevo sobre la frente un agujero
que me hace querer ser escritor y usurero...

Pienso, existo, clamo y rió de mi misma...
sanamente oculto el porque de mi palabra...
más de algo hay seguro en este mundo...
y es que de puntos sucios y comas locas
está lleno su raro mundo... y mi vida loca....

---------------------------------------------------------------

Daanroo

Algún día podré gritar... ¡ Viví...!

Algún día podré gritar... ¡ Viví...! Un nuevo día... tal vez más despierta y más dormida al mismo tiempo...
pero con la conciencia temblando de miedo, por la senda que he ido marcando...
Me he robado la noche y el día, segundo a segundo...

Me he apropiado de los sentimientos de otros... y los míos, los he abandonado
en la inconciencia de mi nombre, en el lodo de mis piernas, en el agua que refriega mi sentir... puede ser que me sienta tan rara, por la inercia de la secuencial manera que tiene el hombre de ser hombre... y es que no creo, otra cosa, más que soy yo misma... así, sin fondo... sin temer y robando un suspiro alado, de quien se esconde de mi... sabes... ¡ no me importa...! a veces preferiría, seguir siendo así, a ver la lágrima de nuevo surcar mis mejillas...

Me he cansado ya tiempo atráz por verificar que no hería a nadie con mi sentir, y me olvidaba de mi misma.... hasta que he decidido ser fatalmente estúpida... y seguir una senda por donde no tenga que dar cuentas a nadie...
Puede ser que sea difícil mantenerla, ya que aún tengo que dar cuenta a tres de mis cachorros... y es que tal vez de esa vida pasada, mis mascotas son lo único que pueda salvar para dejar que me sigan en la inconciencia de mis actos y de mis futuras acciones..

Salve error de equivocación, los dejaré ser lo que deseen, mientras no incurran en la graciosa regla de robarse mis sentimientos... ¡ difícil...! muy difícil pero así podré sobrevivir a la agonía de amarlos y no decírselos, más que con razones justificadas...

De las enseñanzas que pueda trasgredir con mi forma de ser, ya veré las consecuencias al fin y al cabo, aparecerán en mi futuro para reclamarmé, eso si, para cuando pase, yo habré tenido un respiro de sonrisas y podré clamar que viví....

Daanroo