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El.mundo.de.Daan

Sed...

Sed... Hoy ha sido otra de esas noches de sed; la he sentido brotar por dentro, llenar de cal mis arenas, y de arenas formar el desierto que ha brotado bajo mis manos.     ¡ Qué si, que me he recorrido lentamente el cuerpo, sabiéndote lejos; y es que la necesidad de beberte, ha formado en mis ojos el espejismo de crearte frente a mi atormentado, aletargado por mis palabras.!

      ¡ Qué te quiero, te lo he dicho en infinidad de formas, pero malhora la mía, cuando recuerdo que vives en otros brazos y en otra alcoba!

   ¡ Qué locura, es inconstante la forma en que mis propias manos recorren mi vientre y mi sangre se enérvese con tu recuerdo, uno donde nunca has estado y que sin fermentar has ido mejorando mi perspectiva de ti y de la sequedad que se forma en tu boca cuando me recuerdas!

    ¡ Qué si, que se que a pesar de la distancia, de lo mullido de tu almohada, de la calidez de tu casa, así, con todo y distancia, me tienes entre tus pensares, que te tocas igual que yo, que reclamas mi cuerpo, como reclama el mío tu escencia de hombre! 

    ¡ Qué si, que me es suficiente la necesidad de cubrir mi espalda con la manía de recargarme sobre mi sofá y aletargar el cuerpo, abrir mis piernas y enrarecidamente palpar meticulosamente la sequedad de mis labios, el perfume de mi propio aliento, la luz de mis ojos al reflejar el brillar de la ventana.!

     ¡ Qué si, que deliro de esta constante manera cada noche, a estas horas, en estos instantes mismos en que te escribo, mis piernas temblequees se ríen y se sonríen abiertamente!

  ¡ Qué quieres, ya sabes que soy poco ortodoxa para mentirme y dejar constancia de que el olor que procede de mi entraña no proviene de ti, sino de mi misma, y de mis manos que calladas, formulan locuras de amor entre mis piernas!

   ¡ Qué si, lo he dicho infinidad de veces, cuando has cuestionado mis principios desde la pobre e ilusa lucha que llevas contigo mismo, cuando te acuestas sin querer sobre mis canas! 

   ¡Veme!, no soy otra más que la mujer que sueles usar un día y tirar al siguiente, pero no me duele, estoy acostumbrada a tus desplantes de sinceridad cuando vienes, corriendo hasta mi cuerpo y bajas presuroso con tus labios sobre de mi espalda.

   ¡ Veme, te digo! ve como tus simientes corren de lado a lado, entre mis propias entrañas, como se enroscan aletargados por beberse la nostalgia tuya y el deseo mío de volverme ruta entre tus ramas...!

   ¡ Veme, soy yo, simplemente y llanamente yo, la mujer que te abruma en el sentido del tiempo y en el tiempo sin sentido; que te desea abierta y fieramente mientras muestras el mirar sobre mis propios sonrojos.! ¡ Veme, no soy otra, soy yo, la del espejo... la que abrumada en el recuerdo de la falasis viene aquí y reclama por derecho propio la resonancia de tus besos en la sequedad de mis besos.!     ¡ Veme, veme maldita sea!, fija la mirada en estos labios secos, que efervescieron alguna vez con la saliva de tus besos.      ¡ Veme, no son nada sin ti, y son de ti la constancia de que en otro tiempo vivieron enterrados en arena y fuego.!

    ¡ Veme, veme o maldigo uno a uno los suspiros que brotan de tus espejismos, para unirse lentamente y espiral hasta los míos!

    ¡ Veme, veme maldita sea! 

    ¡ Ve este maldito vicio de amarte delante del espejo, cuando no estas conmigo!

    ¡ Maldito, maldito espejo! si no fueras aleluya de mis sentimientos, hace tiempo hubiera roto en ti todos mis sueños.

   ¡ Maldito, maldito espejo! ¿Cómo se atreve a poner delante de mi, los secretos de mi pecho?

    ¡ Maldito sea! y  maldita sea yo,  por desearte tanto, cuando no te tengo.

Daanroo

 

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