Gritos en silencio.

  

     

 Intranquila, sosegada ¡ tal vez...!

pero es que es imposible controlar lo que se siente,

a veces bien a veces nada,

¡ cómo hoy, en que atando los manojos de flores que otros dan!

yo te extraño a ti, a ti que me ignoras, que me riñes, que me atraes

como si no existiera nada más, más que tu ausencia

esa ausencia que corroe las entrañas cada día más.

 

Ya vez, ya mismo me cambian de flores el cuerpo

me han pasado de silencio a violetas, dalias y azucenas

y con ello, me atraviezan el alma, como si no existiera.

 

Tú sabes que te llamo dentro de esa conciencia

de contestar a retos lo rojo de mis sonrisas,

pero amor, ni dalias, ni violetas, ni azucenas,

llevan el alma a ti

como lo hacen mis palabras al decir 

¡ Te quiero...!

y aunque el jardín florezca incesantemente bajo la luna

yo no hago más que esperar de ti, el regreso nubilado que me haga suspirar

que me haga respirar y sonreir hasta conformar el infinito de sonrojos.

 

¡ Si supieras cuánta falta me hace tu presencia...!

y es que lo es tanto amor,

que el taco tela, se va quedando chico ante el suspiro por tu regreso.

 

¡Ay amor, si solo pudiera decir tu nombre al viento...!

¡ si solo pudiera...!

 

Daanroo