Jardinero de pipa y guante.
Hoy me has vestido de flores, y me has llenado la mente de ideas frescas,
alusinantes, alusinadoras, pero poco prácticas para esta mujer que vive en sombras.
Sabes que yo no puedo ser nada, mientras no diga adiós,
que mi verbo pertenece a aquel Señor Hidalgo que se consume en mi,
que me arropa y me cobija con la suavidad de la gardenia,
que me hace pensar en que a pesar de las distancias y los tiempos
se vale amar al ser que no existe a nuestro lado.
Sé que te provoca vestirme de flores,
para luego, desvestirme en tu propia necesidad;
pero te olvidas, que yo no soy libre y que mi mortandad aún existe,
que mientras la provocación de ese sentir me poseea, yo no podré seguir,
ni mirar de lado, si acaso dejar pasar la soledad en una sonrisa mortecina.
Y es que a pesar de hacerme tanto daño,
solo puedo tenerle conmigo cuando le sueño
será acaso porque le necesito para subsistir,
o porque mi propia necesidad de amar se ve con él justificada
¡ no lo sé...! sin embargo, sé bien que soy conciente de mi propio enmudecer
y que del mudismo salen mis expresiones más claras y belicosas.
¿ Quién podría quitarme el sentir, si yo misma soy la antecesora de los hechos?
si yo misma, he provocado su mirar hasta el infinito mismo, a pesar de su marchar;
sé que es doloroso vivir así,
pero a pesar de provocar la rotura del crecimiento de su querer
no me fue posible dejar de amarle.
¡ Le quiero...! y lo diré hasta que el infinito mismo se canse de escuchar.
¡ Oh hasta que él, en su principio de hombre,
me diga que es justo el tiempo y el deber de retirarme....!
Este es mi entorno, y el mágico embelzo que se trasluce de mi sentir,
¡ Tù sabes, ya mejor que nadie,
lo que me envilecen a mi las flores, y lo que me seduce tu sentir!
¡ Eres participe de mis locuras, !
como locura es el participar de tu acofonía por mi sentir.
Eres bueno, ¡ Eres tan señor de pipa y guante!
que a veces no me atrevo a seguir tu corriente por miedo...
¡ si, por miedo a atribular el mundo donde nos vemos, y donde nos intuimos...!
acaso tan basto y tan lento como nosotros mismos y nuestro proceder...
pero, ¿ quién puede lamentarse después de leerte?,
¿ quién puede ser capaz de no responder a ti?
si yo misma, con mi culpabilidad a cuestas,
soy provocadora a veces de tus sonrisas.
Mírame, de nuevo contesto a este jardín en flor que me formas en el rostro,
a esta enredadera que sube por mis piernas y me atrapa dejandome inamovible,
más que para escribir, a veces con dedos y uñas, y otras como hoy,
con los dientes apretados de tanto sentir y estrujarte el alma con mi responso.
¡ Ay Señor de Pipa y Guante, si yo no fuera la mujer de un Hidalgo!
no sé si esta misma respuesta, tendría efecto de tertulia,
o si la tertulia misma,
fuera efecto de otra de esas locas sonrisas que pusieron en mi rostro.
¡ Lo que si sé afirmar con seguridad, es que si el mundo no fuera jardìn,
usted tendría en sus manos el abono natural, para ser el jardinero real del universo
y apoyar con sus palabras el crecimiento de la madre tierra...!
Daanroo
6 comentarios
Maricela. -
Aún así sea usted bienvenida, esta es su casa.
maricela -
Daan -
Daan. -
En cuanto al lado romántico y femenino, espero en Dios nunca perderdo, a pesar de que los sueños se queden confirmados como simples sueños.
Gracias por leerme caballero, su presencia es un estimulante.
noemi -
el profe -
La magía de la poesía evoca por inspiración los hechos de nuestra vida real o imaginaria, por ello en tu bello poema, se deja sentir la nostalgía por el ser amado que se marchó, que se representa como algo inalcanzable, como el jardinero maravilloso del jardín de tu alegría, o mejor dicho aquel caballero que quizas deseas tener a tu lado, pero que amas en tu imaginación.
Lo que sea ha inspirado este bello poema, de corte romantico y muy femenino.
Saludos El Profe