Una palma a la reflexión....
"Los únicos límites que existen son los que imponen: la mirada, el deseo y la imaginación"
Sin lugar a dudas, La frase lleva mucha de razón, el problema es que no todo conlleva a razonar el lienzo, al menos este, no muestra solamente a una mujer en la plenitud del placer, la penumbra hace pensar más allá de la propia serpiente (que simbolizaría el pecado del hombre), hace pensar en la culpabilidad de una percepción misogínia y visigoda por la obra misma.
Es verdad que el estímulo de la imagen es atrayente para darle a la palabra -si se le acompaña- alguna implicación erótica. Pero me gusta más pensar que esta envuelta en las sombras de su propia conciencia y en el reto al ser que le enfrente la mirada,- baste decir que una mirada más que seductora, perversa....- tal vez de ahí Vailima, en su post sobre esta pintura, retome la imagen ligandola al fetichismo, al sadismo y al masoquismo mismo del hombre, ya no se diga de la implicación de una pareja a su lado como punto de enlace a su conciencia.
Sin lugar a dudas tanto Vailima y el autor creativo de este cuadro( DIE SUENDE , de Franz von Stuck,) han dejado mucho a la imaginación del lector, u observador por llamarle de algun modo.
Por lo pronto, la imagen a la sombra podría retomar el sentido de la creación y la justificación del hombre ante si mismo, por la creación de un pensamiento más que teórico, ambientalista más con el entorno mismo que con la propia imagen del desnudo.
Yo por lo pronto, me quedo con la fuerza que tiene la imagen para extremecerme, más que para encausar una palabra del lado sensual o sexual, o de impulsar el reto de concentrar la palabra y la imagen en una versificación netamente fetichista.
¡ Me llevo de tarea sin lugar a dudas, buscarle la palabra que sea justo vocablo al extremecimiento que se guarda para mi.!, ya veremos a donde resurge luego de observar detenidamente la implicación de su propia sensualidad con el desnudo, a la purpurina soledad que muestra el reto de sus ojos y a la visigoda enreda del pecado sobre su cuerpo....!
Sra. Vailima, sin lugar a dudas, se lleva usted otra palma.
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