Renqueo.
Es curioso como la soledad del hombre va formando renqueos insignificantes.
A veces parece que la razón se vuelve contrapartida de un respiro, y el respiro se vuelve fatalidad y que piedras y lodo vuelven siempre a ser la tumba del que se da por entero.
Alguna vez me pregunté, ¿ dónde vivía el amor de mi pareja...?, sin lugar a dudas, la razón de la respuesta obedece a que se ha quedado en el mismo silencio en que yo me empecinaba a vivir una y otra vez.
Hay que ver como cambia el tiempo de lapidarse a uno misma y empezar a levantar una pizarra donde fluyan tinta y sangre, para dejar de pensar en la constancia de un amor silencioso.
Me dije muchas veces, que aceptaría el amor, si viniera atado de manos y pies y yo misma debiera sacarlo en vilo de la copa de la agonía, hoy me digo que no, que no merece la pena decir "te amo", cuando el silencio de aquel que se sabe amar, diche más que la constancia de su paladar.
No, me temo que no soy hecha para vivir un amor de profetas, ni para llevar el amor cargado en el espinazo esperando a cuenta gotas y como idiota una sonrisa y un te quiero verdadero., me temo que la presión de mi sentir es consecuencia de mi propio andar por el sendero del deseo y de la necesidad de un abrazo; tal vez porque me doy cuenta que amar y no amar, a final de cuentas deja el mismo dolor y la misma ansiedad de saberse en solitario.
Bien es verdad que el amor, hace reverdecer las ramas más secas, pero también es verdad que aquella rama que se ha secado con el tiempo, es más basta de florecer por la animosidad de una sonrisa, que por la gracia divina de la madre natural de todos los sentimientos: la fe.
Puedo decir que va de más sentirme mujer, si ya lo era en consecuencia de una soledad verídica y sintáctica delimitada en mi propia conciencia, pero darme al amor, me demostró que no solo de cariño vive el hombre, ni confia..... ahora se necesita dar saliva a saliva el sentido para demostrar lo que se ama, o al menos si se está seguro del sentir mismo hacia la persona supuestamente amada.
Hay que delinquir, sin lugar a dudas, la conciencia desnudar, y encerrarse en el mutismo de ver pasar el amor justo a hora de caminar el mismo sendero, y verlo pasar de largo para crear una palabra de cariño a otro ser humano... tal vez baste decir que así es la necesidad de fomentarse seguro de si, yo me conformaría sin lugar a dudas con la necesidad superflua de volverme mujer a ojos vista, porque vaya que hay que dar la cara para decir te amo, sin formar la palabra verdadera en los labios del ser amado.
No se diga que no doy de mi lo que tengo, - poco podría decirse- pero un sentir pleno en la conciencia de que lo que se piensa y se actua es la conformación de un valor totalmente concordante con el crecimiento.
Supongo que a veces me veré cuerdamente hipócrita,- como me veo ahora mismo.- pero no puedo dejar pasar una realidad que golpea la frente y da de topes en las esquinas, como para enfrentar colgado al cuello, la valentía de un error, por no decir lo que realmente siento.
¡ No, que no se diga que el amor es sencillo, ni que es sencilla la vereda misma por donde surgen estas sonrisas tan mortecinas a veces, tan vivaces otras.; por hoy solo se concentra el hombre en ajustar cuentas con el cristal de su propia sombra, mañana, ¿ quíen sabe lo que pueda delimitar la razón y la sazón que le ponga uno al querer, porque de otra forma, no hay lugar para ello, por mucho que se mienta.
Total, sigo sin conocer el amor verdadero, y no porque no ame, sino porque no encuentro la palabra justa para darle el significado que se merece.
Hoy es miércoles, porque lo dicen así los calendarios desde antaño, pero me pregunto si no se llaman así por la consecuencia de otra mujer que pensando en el amor, se ha quemado las pestañas contra su propio feugo.
En fin, otra semana turbulenta, esperando la realización de la fe, y obteniendo silencios y realidades, fuera de foco y de proporción igualitaria.
En fin, otro día más perdido en la bonanza de un sueño que no termina por llegar.
Daanroo
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