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El.mundo.de.Daan

Caminando

Sin miramientos.

 

 

Coz de coxcox...

 

 

Diluvio que muere...

 

 

¡Sed, tengo sed...!

 

 

Es curioso como delimitados por la conciencia,

nos vemos en la necesidad de pedir el agua de la vida,

sin tener consideración a que vivimos dentro de ella.

 
 

Cortando esporas.

 

Saltimbanqui.

 

 

Plumas...

 

 

Encarnando aleluyas...

 

 

¡Tú diles que si...!

 

 

Iris inconsecuente.

 

    

El último abrazo.

 

Cola en crin...

 

 

Eclipse fuimos tú y yo.

 

Acuosa del trigo.

Acuosa del trigo.

Todo el campo es orfeón que canta a la vida.
Y la primavera dirige su tres por cuatro rítmico
con batuta de fuego nitrogenado.

Ravis

 

 

Acuosa del trigo.

 

Acuosa, no hay otra forma de llamarte,

así te vas formando, en la mente mía;

el abandono de tus entrañas ya se nota,

ya han levantado la cosecha,

el olor a campo trillado fulmina la mirada

y enciende de fuego aquel ritmo de tres en mano

que es palpar tu sabor en las entrañas, en las pupilas,

 y hasta en las papilas gustativas

Acuosa, esa es la batuta perfecta de verte vacío,

con la llamarada de Dios, en la hoz del hombre.

Acuosa, entre la orquesta sinfónica que patalea

que no deja correr ni cumbias, ni sones, ni jaranas

por volcarse simplemente el sonido del trigal que se esfuma.

Acuosa, acuosa es esta mirada mía que te ve y ya te extraña;

que sabe que mayo acaba y que a la vuelta de la vida

volverá a revivir entre sus marañas.

Anda toca, toca, que suenen en tus entrañas

 los violines de aquella herencia mía,

el aroma, el sabor, el sonido del campo recién trillado

y un mes de mayo con acuosa consistencia de amarillas lágrimas,

y sabor a entraña de música, con verso de cuerda viva.

 

Daanroo

¡Bendición a un hijo...!

¡Bendición a un hijo...!

   

   Hoy se han coronado de espinas la ilusión más grande, mi hijo me han dicho que se va, que mi presencia no la extrañará, que es grande, que trabaja, que tiene deseos de recorrer el mundo.

   Qué yo y su padre hemos terminado la escencia de formarlo, y yo aquí callada me pregunto, ¿ qué haré?, ¿ a dónde iré,? si mi vida era el, si mi destino era entregarme a su crecimiento y a su aprendizaje como si la vida misma fuera eso, hacerle hombre.

¡Hijo, sé que ya es tiempo...!

 Qué debes recorrer por tus propios pies,

la seguridad de tu camino,

Que mi sangre ha dejado en ti,

la esencia vespertina de los sueños,

de los espejismos, de los deseos de ser un ser libre...

¡ Sé que debes ir, y te entrego así de esa forma a la vida misma!

Pero te digo hijo, que la vida no será la misma sin ti,

que la casa se volcará ante mi y tu padre,

que los muros y sus morillos, harán eco constante de tu risa,

de tu llanto, de tus carcajadas, tal y cual las han guardado.

¡ Te quiero...!

Te quiero con esa misma tranquilidad

y esa misma ferocidad que me marco tu existir,

dentro de una cama de doseles blancos.

De una silla que se lleno constantemente

de preguntas y respuestas,

de necesidades, de sal, de azúcar, de pimienta.

¡Te quiero hijo...!

¡Te quiero así, libre como tú mismo lo deseas...!

con ese caminar arrogante que va formando al hombre,

para ser hombre de bien y justo,

para tomar en su mano sus acciones

y volverlas fe y sonrisas.

¡Te quiero hijo...!

con esa misma voluntad

que una vez nació de mis entrañas por arroparte,

por esa misma sinceridad

 que me dió la vida al ver tus ojos,

por ese mismo sonreir

que me causo tu presencia

al correr, al saltar,

al vivir quieto en un rincón descolando hormigas.

¡Te quiero hijo...!

Por eso, yo misma te abro las puertas

para que salgas al mundo,

para que tomes de él la materia que te haga formar

más hombre,

más humano, más perfecto.

¡Porqué lo eres pequeño mío...!

¡Tú eres la perfección de Dios y su propio espejo...!

 

Daanroo

 

¡ Un bien morir...!

¡ Un bien morir...!

   La noche se ahonda, el fuego del deber derrite mis entrañas, no puedo hacer nada; ¡ tú mueres tan lejos de mi! que la distancia ya no importa. ¡Ha ganado de nuevo!, ha taladrado de nuevo mi cuerpo sin yo sentirlo.  ¡Su piedad ya no es importante!, ¡ni la tuya me es ya tan suficiente.!, se acabó el sueño de la misma forma en que vino a hacer presencia ante mis ojos.

   La luna ha tomado el frío de la ausencia y enciende el corazón con el trino de la primavera; ¡ si no fuera tan falsa la vista!, ¡ si no fuera...!, pero ya lo vez, la necesidad de responder ha quedado anulada por un espejismo y otra vez la mano bendita de quien padece, se encumbra dentro de mi como si nada. ¡Las bofetadas del dolor son tantas y tantas que ya no importan!, ya no tienen sentido en el cuerpo, la mediocridad se impuso, la valentía murió con tu ausencia y el reloj, el reloj simplemente se sumo en la discreción sublime de dos rocas aformes como fueron sus manos.

    El desperdicio fue mutuo, la relación entre dos fue persistente, un toma y daca cubierto de malos sueños y pensamientos insanos, así fue este despertar omnubilado que se empeño a recorrer el camino e la noche, como si la luz de las estrellas no existiera más.

  ¡Brillo, la inocencia de sus ojos brillo deslumbrando la poca cordura que quedaba en mi alma.!, así le deje venir, tocar, entrar y luego esfumarse en el aire como fría marioneta. ¡Nada importa ya, la soledad se volvió al fin arena, y la arena fue desparramada conforme las ráfagas de sueños se elevaban por la frialdad de la mañana.!

  De pronto todo era penumbras, y la penumbra misma se escondió a mis ojos, temiendo ver lo que era irreparable, los sueños se acaban, ¡ se acaban, me dijo...! y luego no supe más, me deje ir, solte el cuerpo y ate las amarras de una vida confabulada con el dolor.!, era mejor así, los sueños, sueños eran y para mi, ya no existía el tiempo, éste se había consumido esperando tu regreso.

   ¡Hoy fui de él, yo deseaba amarte, y él, el diablo, era el único confeso.! ¡Yo sólo me límite a cerrar los ojos y morir en paz. ¡Era hora de mi tiempo, el reloj ya se había consumido totalmente entre el fuego.!, ya no había agua en el mar, ni lágrimas en el desierto. ¡Todo estaba en paz!  ¡mi alma estaba muriendo.!

Daanroo

Carta dirigida a un yo inconcluso...

Carta dirigida a un yo inconcluso...

¡ A veces duele ser uno mismo...! pero yo soy lo que soy...   Una mujer que va por la vida con el silencio en los labios, el corazón siempre en la mano y doblegada ante la necesidad de servir.

¡Pero también soy egoísta, me remuerde la conciencia verte ir...! pero no pienso dejar de ser yo misma, sólo por intentar ver tu sonrisa.

 ¡ Mm, no me temo que no es así como funcionan las cosas...! si aprendí a dar lo que soy, es porque soy conciente de quien soy, y de qué puedo ser si miro mis manos y las lleno de sangre.

  La vida no siempre es justa, a veces se hace lo que se puede, pero la justicia que se aplica en mi propia mano, es la de la reciprocidad.

Si das, tómas, si tómas das... ¡ pero si intentas robar la cordura...! tendrás primero que aprender a callar.

La vida siempre retrocede, los años siempre vuelven, y aquel que no se conoce a si mismo, si se enmaraña en la cabeza sale airoso si pone el corazón de por medio.   

   Soy sincera, me duele verte ir, pero así es como debe ser, me niego a inmiscuirme donde no se me permite entrar, ni quiero entrar donde no debo inmiscuirme. La pregunta fue clara, los efectos ya los vez aquí, en el mismo responso de mi cuestionamiento, directo y claro, te digo ¡ Adiós...!, hoy no vale "Hasta otro...! me temo que sanjar de cuajo la caida del árbol, fue la retribución más justa.

   ¡Me preguntaste, ¿cuál era la parte del árbol más segura?! vuelvo a decir que las ramas, aunque de tanto en tanto no alcancen el suelo para abrazar al hombre, están ahí, encrustadas en la profundidad de sus años y sus acciones, siendo cobijo y sustento, libertad de acción y negación de pensamiento, a veces hasta por un respiro y un suspiro, y otras simplemente fríaldad y soledad, pero son con seguridad el mejor efecto de saberse árbol.

   ¡ Eres libre... mis manos están abiertas, solo quiero que quede bien claro, que jamás intentaron atrapar al grillo, esa gracia solo puede tenerla Dios y tu conciencia.!, la mía va en paz, sonriéndole a tu pensamiento, como ese primer momento en que pusiste la mirada en mi palabra y su efecto.

   ¡ Ve en paz, te agradezco los momentos...! ¡Ya lo vez, conceptualizarme era lo correcto...! responderme, no era más que mero trámite de encontrar al amigo verdadero.

  ¡ La vida es así, Tú eres como eres, y yo, yo soy yo misma, aunque a veces duela.!

 

Daanroo 

Los años que pasan.

Los años que pasan.

 

   El cometido es el mismo, sentirte en la piel, formarte, darte al mundo como si el mundo no fuera tuyo desde antes de nacer.

    Hija, que tanto hace que podía tenerte entre la profundidad de mis brazos, sosteniendo tu pequeña cabecita de rizos perfectos entre mis manos; que tanto hace que podía quitar el tin de tu piecito y sentir la sangre palpitar con la fuerza de un amor perfecto; que tanto tiempo hace de recorrer paso a paso la ilusión de cada madrugada, cuando unidas tú y yo, mirabamos las estrellas tras una cortina llena de encajes y sueños, como tu sonrisa y mi sonrisa.

    Hija, mi Negrita perfecta, que maravilla es poder ir contemplando tu rostro cada mañana, viendote sonreir entre tus propios sueños, y luego al despertar mirar esa carcajada perfecta que me dice que creces en la bendición de Dios y en la caricia de los hombres justos.

     "Te quiero Negrita...", te quiero como ese primer día, cuando en el vientre sentí tus primeras caricias. Te quiero, como esa primera vez donde envuelta en una mantilla azul tomaste entre tu mano mi dedo y pegaste un grito de alegría y de sinceridad por venir al mundo.

      Te quiero con la conformación de que los días son días gracias a ti y a tus hermanos; con la confrontación de que tus sueños son los míos desde la necesidad de enfrentarme al mundo y decirle "Soy madre, ¡Madre...", y todo es por ti, porque me permitiste desde un punto muerto formar parte de tu entorno y entonar con ilusión la mayor esperanza que tiene una mujer, como mujer, ver crecer a sus propios hijos.

     Te amo pequeña, te amo con la sabiduría envidiable que me da los años de poder vivir contigo un día a día que se antoja perfecto y una noche a noche, que se antoja de ensueños y de quimeras que se vuelven estrellas cada vez que sonríes.

    "Te quiero, Negrita..." eres mi bebe perfecta y no por ser la mejor, ni la única porque compartes ese mismo trono con tus hermanos, sino porque eres tú, la mejor enseñanza que puedo tener como mujer y como amiga.

     "Feliz día bebe," ¡Qué Dios te siga concediendo la oportunidad de vivir como lo haces siempre, con la sonrisa y la ternura en ti y en tus acciones.!

     "Te quiero Negrita, mi Negrita...!

Tu mami.

   Es tan tarde, veo el tiempo pasar en la pared de enfrente, y fuera de mi, en mis oidos, escucho la voz de otras personas, declarando al aire sus sentidos y sus sentimientos; dejando pasión y dolor, ternura y engaño, palabra y efecto.

   Y yo pregúntome ¿ dónde estás...?, ¿porqué no vienes a mi...?, y luego de pronto, la tempestad de un ciclón viene y tumba entre mi hombro y mi oído, el sentimiento y una lluvia de besos que se empeñan en acelerar mi pulso.

¡Ven amor, ya deten este tiempo que me abuma el alma!

¡ Ven...!

levanta ya esta soledad que me atañe el cuerpo,

esta mediocridad de los días que corren sin ti,

sin tu andar, sin tu presencia.

¡Ven...!

Descarta de mi, este dolor de saberte en cama

adolorido en salud, atado sin atarte,

encarcelado en cuatro paredes

con el alma en vilo y volando en torno a mi.

¡Ven...!

recupera ya ese poder que tienes en la mente para amarme.

que yo, ¡ ay amor yo, te necesito a mi lado...!

¡ Hoy me siento tan egoísta gracias a tu ausencia

 y a la de tanta gente que sin saberte, te pinta para mi...!

que necesito de tu respirar para calmarme en lo que soy.

¡ Ven amor, concedeme este honor de ser parte de tu día a día..!

concedeme este andar a tu par,

amándonos a una sola voz

a un solo tiempo...

¡ Ven... ven amor, que te extraño...!

Daanroo

Buscando mi infinito.

Buscando mi infinito.

EL HILO
Frente a frente rompiendo normas,
estableciendo un precedente.
Locura, sensatez, un hilo las separa...
¿De qué lado del hilo me encuentro...?

Chapeleón.

..-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-..

                  No suelo sentarme sin tener en mente lo que voy a pensar, pero hoy, hoy precisamente me he sentado sin más, disfrutando de la brisa que entraba por la puerta, y es que hoy ni siquiera he podido ponerme en el jardín. Todo fue tan diferente, tan globalizado, como si ya mismo estuviera el piso fresco a pesar de entrar las bocanadas de aire caliente por las ventanas. Y es que no supe si la brisa era tu presencia, o si el aire caliente, resultaba ser esa comicidad que me apaña por estos días.

 

 

 Cinco treinta al reloj, un refresco, una canción, y yo sentada al piso....

 

¡ Estúpida canción...! va tan lenta, tan lenta,

y yo que quiero alejarme de los fantasmas del amor,

y ella, mi negra estela de sabor empeñada en traer el fuego.

 

¡ El fuego si, el fuego...! ¿ acáso no le conoces...?

¡ Pero si te le he presentado casi desde el mismo día que te conocí...!

Ah si, ya recuerdo, en esa ocasión yo era una simple paja de desierto

y tú, tú eras la nota magestuosa que rasgaba el aire con su canto,

por eso no te diste cuenta de la diferencia entre el fuego del camino y yo...

 

¡ Bueno, te lo diré de otra manera...!

Recuerdas esa vez en que cruzaste mirada conmigo... ¡ si esa...!

justo en esa ocasión donde danzarina

convertía yo tus disculpas en la fuente de mis sonrisas...

ahí, justo ese día me dije...

 ¡ se acabó el disfraz Zu...!

es hora de retomar las flores de la manzanilla y dejarles ir una a una.

 

Y pues ilusa, empece a escarbar de entre las hierbas, mis memorias,

y retocando un azul aquí, y un verde allá, empece a deshacer pétalo por pétalo,

y mírame, ¡ hoy de nuevo me siento en el jardín a plantar nuevas semillas...!

aunque me pregunto si querré verme algún día deshaciendo su sembrar

para luego replantarlo...

 

 

¡ Si ya sé, nadie me pidió deshojar flores de manzanilla

en lugar de las típicas margaritas...!

pero que se le va a hacer,   no me puedes negar que me veía bien,

con una flor aquí y una flor allá,

todas rodando entre la tierra del jardín y mis piernas.

 

¡Si, si ya sé, la imagen que carburo no es la de una mujer enamorada...!

¡ Si no necesitas decirmelo, entiendo el hilo de lo que voy tejiendo...!

lo que pasa es que ahora mismo me preguntaba...

¿ Qué le sucedió al hombre que se sentó conmigo blandiendo en el aire,

flores de manzanilla, castañas llenas de sonidos perfectos

y ese traje azul y corbata amarilla que tanto ilusionó mis ojos...!

 

Ya vez, si de todo me acuerdo,

aún soy esa mujer enamorada que cuenta y deshoja flores de manzanilla

en lugar de margaritas... de lo que no me acuerdo,

 y es lo que me tiene sentada de nuevo a flor de piso es

¿ Dónde se quedó el amor y la alusión

 de formar de mi jardín un infinito perfecto...?

 

Daanroo