Un ambos conjugado.

* Algo en mi interior se ha cimbrado, tiemblan de emoción mis manos, de ansiedad mi boca, de incertidumbre mi conciencia; este es un giro contradictorio, voy cayendo como caen las piedras cuando las arrastra el río que permanece quieto en la hondonada, todo mientras despierto y siento como se eleva y se goza mi espíritu al nombrar tu nombre. * Te reconozco en mi, como la mañana cuando se fluye por mis pies descalzos, como la noche que se infiltra entre mis ideas para inmortalizarte, como el viento que se respira entre mis oídos y campanea entre mis atrapasueños para no dejar escapar la ansiedad de arroparte entre mis brazos. * Me pides que te escriba y se me acortan las palabras, me pides que calle y un tropel de camellos se me suben a la piel y trepidan mis emociones deseándote tan profundamente que tengo que subirme sobre la nube más alta para calmar mi ansiedad de amarte. * Si, de amarte, de gozarme en esta necesidad tan extraña, tan locamente incomprensible, tan sabia, tan sana, tan locamente alucinatoria que me hace simplemente cerrar los ojos e inmortalizarte más allá de las imágenes, más allá de donde la mente vuela para alcanzarte, para besarte, para arrebatarte de mi entraña y extraer este suplicio que es vivirte en mi cuerpo alucinando mis propias emociones para ti mismo. * Si, esta emoción es nueva, y tan irreconociblemente vieja, que se va fomentando en mi nada más que suspiros que viajan hacia el ocaso para estrellarse ante las olas del río y luego brotar a borbotones por la tierra mojada, por los cerros, por los acantilados, por los mares tan amplios y tan escasos. * Esto se pierde en mi al grado de no encontrar sustento para sostenerme, ni memoria para recordar otra cosa que no sea un pasado quieto, superfluo, innecesario, porque todo ahora gira distinto, alocado, sereno, incompleto, inconverso, como si la misma bandera se agitara sobre mi cabeza simplemente por el deseo de verme a los ojos extrañándome de este nuevo día, de esta nueva manera de vivir descalza, de esta nueva emoción, de esta serenidad tan llena de expectativas y de paciencias, de soberanas intimidades, de rarezas extremas por la manía misma de verme a los ojos en tus propios ojos. * Alucinamos ambos, alucinamos, y con ello mismo vamos fomentando los acercamientos entre nuestros rostros pegando nariz con nariz hasta bebernos el aliento uno a otro para verternos uno solo, dos, tres y no se cuantos más suspiros que se agitan entre las coyunturas de los dedos cerrándose, aprisionándose entre nuestras manos, entre nuestras venas, entre nuestra conciencia. * Alucinamos, pintamos de blanco las paredes para poder vernos y decirnos, te deseo, te deseo simple y llanamente, tú entre mi cuerpo y yo en tu cuerpo, como se mecen las ilusiones entre las flores, entre la hierba, entre las piedras y la tierra, entre el fuego del odio y el abrazo eterno de dos que se aman y se bendicen uno a otro, encontrándose en un par de ojos cerrados, entre cinco dedos que se estiran poco a poco para tomarse unos a otros enlazados y luego avanzar, o simplemente quedarse sostenidos, sin más esencia que la esencia, sin más necesidad que estar prendidos tomados así, a dos manos, mirándose al horizonte como tabernarios, como gatos, como espera, como nada. * Como esta salvedad que se va poniendo en la piel y me hace escribir no se que cosas porque no quiero resumirlas, simplemente las dejo que broten de mi, como el suspiro que brota al nombrarte, al desparramarse mi emoción por los rincones mas expeditos de tu nombre, tu dulce nombre que brota de mi comparándote y formándote el Dios mismo de mi esencia, porque tu eres mi esencia, mi Dios, mi palabra, mi bendita palabra que se estremece ahora porque te conoce, porque puede decir, ven y sabe que vienes, porque puede hacerte saber que voy y lo reconoces, porque soy y eres,Porque somos, así, simplemente y sin buscar otra palabra, otra emoción, otra confrontación, solo reconociéndonos en un lento caminar que lleva en nosotros la palabra ansiedad grabada sobre cristales de roca y vientos que se arremolinan, como besos fugitivos que se estremecen con hambre, con tiento, con labia, con deseo. * Si, puedo escribirte, mil veces puedo, mil veces, es así el ahora, el este momento, el tú, el yo, el nuestro, el ambos, ambos, ambos, esa es la nueva palabra, la de antaño, la del siempre, así simplemente un ambos conjugado, un ambos. * Daanroo |
12 comentarios
Daanroo -
Miguel -
Uf
Daanroo -
:)
Daanroo -
Walter Pineda -
Siempre tienes esas pinceladas geniales que me gustan...mujer me arrebatas como un buen vino
Walter
Paco -
Daanroo -
Suspiro hace tiempo, linda, pero últimamente, el suspiro se expande y se regodea, tal vez por eso me vea enamorada.
María -
Luego vi el comenntario tan correcto de Gilberto y pensé: mejor me callo,
Y vuelvo hoy, leo de nuevo y sólo me dan ganas de decir: ¡oleeeeeeeeeeee!
soy muy española jajajajaja pero no me gustan los toros, eh?
Un besazo.
Daanroo -
Sabe, sin duda yo soy quien se goza de su presencia.
Daanroo -
amor -
amor
Gilberto Palacios -
En tono de primera persona, el hablante va saturando con eléctricas dosis de adrenalina la alforja de su sentimiento más profundo hacia el amado; lo particularmente atrayente es que expresando íntimas sensaciones a través de si mismo, el hablante femenino, va tejendo una red de imágenes sobresalientes (por su simpleza en vocabulario y complejidad simbólica) donde se vuelve predominante la función poética apostrófica.
Me explico: el Yo habla desde sí mismo, pero interpela constantemente a la figura del amado para compenetrarse en el alma de su ser y así convertir al número de 2 en 1 ó, en otras palabras, para fundirse en un alma unificada.
Cada vez es un placer mayor visitar tu hogar y decodificar tu poesía.
Saludos cariñosos,
Gilberto Palacios.