Atándonos...
¡Creí que podría llorar cuanto te quise...!
y no era verdad.
¡Creí que atarte de manos y pies y ponerte de rodillas frente a mi te haría libre...!
y no era verdad.
¡ También creí amarte! y al pintarte las alas del mejor color
encontré en mi vagabunda mirada que no te amaba,
que había atado mano y corazón en la mortaja de una entraña.
¡ Es verdad que me entregué a ti y a la conciencia de mis ideas!
pero no he podido definir,
¿ porqué dije amarte, cuándo no te amaba?
Ahora, es tan tarde para bajar tu cuerpo de ese trono rústico
que merezco vivir atada a ti, sin escarmentar tus besos.
¡Parece tonto, una vez intente atarte para que me amases!
Y hoy, hoy precisamente me ato, para que no me ames...
Daanroo
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