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El.mundo.de.Daan

Cuervos...

Cuervos...

 Me agolpa de nuevo la inocencia de mi gente...

brota escabullendo la mirada.. con sangre de su cuerpo...

un cuervo grazna...

la mueca de la noche se apacienta.. parece temer la luz del sol...

 

 

 Insignificante... así es el sonido hoy...

la lentitud del hombre... sus huaraches rotos..

el hombre acuchillado, la mirada fija... la muerte....

 

 

¡La muerte...!, si la muerte... está aquí...

clama a mis ojos... unos ojos azules como el fuego...

la sangre corre...

empapa el cuello del avestruz.... está hipnotizada se deja acariciar...

 

 

 ¡Idiota...!, no corre... ni aunque le encajen el diente...

ni aunque la frialdad de la mañana la atosigue con el fin...

 

¡ Corre.... maldita sea corre...!

brinca la cerca como cuando cantas al nuevo día...

No dejes que el graznido del cuervo gane la mortaja...

 

 

¡ Vuelve.... maldita sea... vuelve...!

acaso no oyes ya el incesante machacar del molcajete....

la piedra del molino.. la llamada del amo....

 

¡Avestruz... de fuego... ¿ porqué serás tan tonta...?!

¡mírame...!

yo te defendería con uñas y dientes si no estuviera atada a cuatro entrañas....

 

 

  ¡Jajajajaja....! cuatro entrañas...

como si no pesaran más que la risa de un muerto...

¡ ya vez... ! ¡ Te dije que corrieras...! ¡ te advertí...!

¡ No te acerques al hombre del huarache roto...!

 

 

  ¡Tenía hambre...!, quería pescar al cuervo..

pero el sabio voló hasta la punta del techo...

y desde ahí se carcajea como yo....

 

 

  ¡ jajajajaj...!  ¡ jajajajaj...!  ¡ jajajajjaj...!

¡Imbecil ave....! ¡ Imbecil...!

¡ Te dije....! ¡ Te dije...!

¡jajajajaj...! ¡jajajjaj.....!


                                                                                Daanroo

 

1 comentario

Antonio Hidalgo -

Mi sentir se ha hecho tan tuyo, tan tú... ahora sé que existo hasta llegar a saberte, y recogiendo cada sílaba de tu existir comprendo a qué llegué a tu lado, ahora te sé y es saberme para ser formado amor en el fuego de la hoguera de tu corazón, en llama que enciende tu leño...
ay cuánto siento tus suspiros...