Sembraste la luz de los pantanos
Todo en derredor cambióal compás de la larga lascitud del cuerpo,
incluso el aroma de las rosas se olvido,
como se olvidaron también,
los besos que deje sobre tu cuerpo...
Olvide cada surco de tus gestos,
cada ola de ansiedad sobre tu pecho,
y sin más necesidad de ti,
deje mi mente, reposar por siempre
en la larga lascitud que me dejó tu aliento...
Perdí las fuerzas, se perdió la noche
y en la mente misteriosa de mi vientre
sentí la vida resurgir de frente...
Todo cambió,
esta noche de quietud
ha sembrado en mí,
la esperanza de un simiente...
Una luz que sin saberlo
traerá a mi, mil bendiciones,
mil demonios que dormidos
roncaran y brincaran al sentir que Dios los ha vencido..
Esta noche, esta noche de quietud
tú has contribuido
a sembrar la luz de nuevo en los pantanos;
a vigilar la noche, entre tus manos;
y a mezclar la voz, la vida y la muerte
sobre una misma mano...
Tu mano, que sin miedo, ni piedad
reposa sobre mi enrojecido vientre..
Tu mano que sin más, toma mi mano,
y con este sólo gesto dice:
" Estaré aquí, a tu lado... para siempre..."
aunque tu y yo podamos olvidarnos..
¡ Si...!, en verdad esta noche todo fue cambiado
y mi cuerpo y tu cuerpo siguen en letargo,
dormidos y despiertos, y siempre abrazados
buscando los cobijos de un cielo estrellado...
Orgullosa sensación y miedo traicionero,
tan duro como el hielo y ardiente como fuego,
todo está aquí a nuestro entorno
después de que los dos durmiéramos tan poco...
Daanroo
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poeta solitario -