Tiempo seco...

¡ Espere tanto...!, veía cada día con el respiro detenido, mis palabras; esperaba tu regreso deseando infinitamente abrazaras cada letra, cada signo, cada palabra formada que decía a vista leguas que te amo.

¡ Espere tanto...! hasta el tiempo se volvió infinito con cada suspiro verdadero... cada hora, se volvió de cierta forma martirio, uno donde la esperanza me sonreía sin dejar nada de por medio.

¡ Esperaba tanto... en tan pocas letras...! cinco sencillas letras que me dijeran tanto.

  Pero llego la hora anticipada a tu regreso, y de pronto frente a mi, brotaron de pronto mis lágrimas. Nada pude hacer más que contemplar el rodeo a mis sentimientos.

   Búscaste es verdad, dejar de cierta manera tus besos, pero no supiste amarme con la libertad de un " Te quiero..."

   Me llamaste amiga, cuando yo me volvía arena de todos tus desiertos, llamaste a la conciencia de un silencio grato, pero no entraste en él para disiparlo y gritar al mundo que te amo.

    Me llamaste amiga, y cual amiga ahora me quedo.

     ¡ Duele, duele decir te amo y esperar en el silencio el regreso apasionado de una respuesta de cinco letras.

     ¡ Duele dejar al hombre que se ama, con la conciencia culpable, pero no puedo quedarme a ver como se desmadeja mi sentir al sentir el roce de unos besos que hoy este día no siento.!

     Me duele el alma, se me escapa el llanto del cuerpo; salgo a caminar a mi jardín, respiro ondo y vuelvo...

     ¡ Te has ido, tampoco has sabido esperar a que limpiara mis lágrimas y dejara ver para ti la sonrisa que me haces sacar cuando me digo a mi misma, lo que tanto anhelo.

    " Te amo...", eres sin lugar a dudas, ya parte de mi universo. Eres hombre, mi bien y el costado infinito de donde brote en el tiempo.

    " Te amo, y es imposible que no duela tanto, no esperar de cierta forma un sin igual " Te quiero..."

 

    ¡ Oh Dios, cuánto duele amar y no ser parte de un trocito del cielo...!